Era una tarde de invierno a mediados de los 2000, como
cualquier otra. Internet ya estaba entre nosotros, pero aún no era tan común
que se encontrara en todos los hogares, sino que era la época dorada de los
cyber café. Yo aún no tenia Internet en mi casa, pero algunos amigos o primos
sí, y a ellos les encargaba discos o discografías para descargar via Emule o
Ares. Pero esa tarde, fuimos con mi amigo Germán al cyber de la vuelta de casa,
el Cyber Space, pedimos una computadora y Germán me dice, que había encontrado
una página para bajar discos uruguayos, que escribiera
www.fotosdeluruguay.com.ar* que ahí iba a poder encontrar toda la música
uruguaya que quisiera. Entré y me vi bombardeado por miles de discos que había
escuchado hablar o los había escuchado, pero que no los tenía y quería
tenerlos, no sabía por cual empezar. La decisión era aun más difícil, porque podía bajar solo uno,
apenas tenía para pagar la hora y un tdk virgen.
No recuerdo bien cómo o porqué, pero en un momento visualicé
la tapa de “Ideación” de Psiglo, que estaba en la colección de vinilos de casa
y que nunca lo había escuchado, porque la bandeja no funcionaba, pero que siempre me generaba mucha intriga. Mi madre,
quien comenzaba a convertirse en La Morza, siempre me hablaba de esa banda y de
ese disco que además disputaba la
pertenencia entre ella y mi tía. Además
de esas anécdotas, la tapa de ese disco dibujada por Rubén Melogno, el
vocalista, me atraía fuertemente, al igual que los nombres de las canciones,
las fotos de sus integrantes, pero eso aún no sucedía con la música. Me parecía
tremendo disco sin haberlo escuchado aún.
Volviendo a esa tarde dentro del Cyber Space busque y
encontré “Ideación”, que si bien no se me presentaba tamaño de 31 cm x 31
cm, ahí estaba mi posibilidad de
escucharlo, ahí estaba la música. Era la primera vez que descargaba yo mismo un
disco de internet, le di click y me mandó a otra página que era la ya difunta
rapidshare, ahí tuve que esperar 60
segundos y me apareció para guardar el archivo. Lo descargué, lo descomprimí,
me acerque al mostrador donde estaba el mítico dueño del cyber, Darío, a quien
le pedí si no me lo grababa en un disco, y así lo hizo. Le pague el disco, el tiempo
en el cyber y me fui a mi casa con el disco en el bolsillo.
Llegué, debo haber saludado -por lo general saludo cuando
llego a casa- debo haber mencionado algo del disco y me fui a escucharlo.
Levanté la tapa del mítico huevito Microsonic, lo puse, le di jugar y por fin
me metía dentro de Psiglo. El comienzo de “Siénteme” ya se metió adentro de mí,
la guitarras de Luis Cesio, la voz de Melogno, las teclas de Jorge García me hicieron sentir demasiadas cosas en muy
poco tiempo, tal vez eran cosas que tenia acumulada. En ese momento escuchaba
muchísimo rock progresivo, pero Psiglo parecía mostrar nuevos lugares. Sentado
en ese cuartito chiquito, busque el
vinilo de este disco, era la edición de Clave de doble tapa, lo encontré,
siempre sabía dónde estaba y lo comencé a mirar, mientras seguían pasando las
canciones, los climas, las novedades, y vi que el disco fue grabado en 1972, lo
que me generó mucha confusión la cual siempre fue incrementándose, más cuando me entere que ese disco había sido
grabado solo con 2 canales. El disco sigue girando rapidísimo, pasa de las
cuerdas de “Catalina” a “Vuela mi galaxia”, haciendo que el diminuto cuarto sea
cada vez más chico y grande a su vez.
Extraño. Las canciones siguen pasando, las letras, el hombre nuevo, la
esperanza que se desploma en cada rulo de Farrugia, en cada efecto de teclado,
en cada diálogo entre las cuerdas de Reach y Cesio.
El cuarto se contrae en “No pregunten por qué”, la luz del
patio que da la ventana se vuelve tenue, parece agotarse, pero en “Piensa y
lucha” Pisglo se hacen inmenso y concluye el primer disco que me descargue de
internet.
Casi 10 años más tarde, decidí ir arreglar mi
bandeja de vinilo, que no era la que estaba en casa en la que alguna vez este
disco giró a 33 revoluciones, sino que era una Sony de los 80 que un compañero
punky me la había regalado en el liceo. Fui, al rey de la púa, quien me
hipnotizó con su peluquín y los posters de chicas Feavi, me la arregló y me fui
con ella bajo el brazo, al llegar a casa la enchufe en el mismo cuarto, esta
vez siendo de día, probé que andara, busque “Ideación”, que se encontraba en el
mismo lugar que casi 10 años atrás, lo mire, lo saque de la bolsita, lo puse en
la bandeja, puse la púa arriba del disco, comenzó a girar y sonar. El tiempo
parecía contraerse y expandirse,
sintiendo que ese cuarto ya no era el mismo, pero que había algo
intacto, algo que no había cambiado. El disco no había cambiado, ahora sí
giraba mucho más lento que el disco compacto, pero sonaba mucho más fuerte, más
claro, el disco seguía siendo el mismo, la canción la misma.
Habían pasado 10 años, Farrugia había muerto, y Psiglo se
había juntado a la gran Zeppelin con su hijo en batería, pero ellos no eran los
mismos. En la guitarra estaba Christan Cary haciéndose odiar y Melongo se había
vuelto en una especia de Cacho de la Cruz, haciendo casi que el mismo show que
el trombonista para niños, pero increíblemente aún conservaba su voz, la música
seguía girando. A ese recital fui con mi
madre, quien había visto Psiglo en su esplendor, y creo que esta vez fue la
única vez que le pague la entrada para algo, el tiempo era el mismo, ellos
no, ella estaba en el Club Wanderes de
Paysandú, yo descargando mi primer disco de internet.
Si este disco fuera una profesión sería paleontólogo.
*Esta página sigue existiendo, pero con otro nombre:
https://intercambiouruguay.wordpress.com. Los términos cambiaron un poco ya no se descarga
directamente sino que se pide el disco y ellos lo envían.
Piki.
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