lunes, 13 de julio de 2015

Pearl Jam– Vitalogy (1994)


En 1996 tenía 13 años; un año antes había entrado al secundario y recuerdo claramente las palabras de un compañero de 1er año que me dijo: “bienvenido al mundo del rock”, y me mostró discos de vinilo de Black Sabbath, The Doors y Nirvana. Fue mi despertar en ese mundo. De mis viejos cassettes (de niño obviamente), Modern Talking, Michael Jackson y algún que otro guilty pleasure que no viene al caso nombrar, pasé a los nuevos cassettes de Nirvana, Pearl Jam, The Doors y muchas otras bandas. Sentía que había mucho por descubrir y no había tiempo para perder. En ese momento, MTV aún se dignaba a pasar videos, pero buenos videos. Pearl Jam, Soundgarden, Alice in Chains y todos los niños del grunge. Encabezado por Nirvana, no cesaban de sonar en los mejores programas, era un deleite para los ojos y oídos. Puedo decir que soy parte de la generación que vio al MTV de Beavis and Butthead y todo lo bueno que había en esa época.

La ventaja de tener un hermano en Montevideo, era que siempre que volvía a casa venía con algún CD nuevo. Y recuerdo toparme con Vitalogy, un disco raro por todos lados desde donde se lo mire. Un disco de cartón que en su interior figuran letras de canciones mezcladas con algunas lecciones de anatomía, todo muy raro. Mi inglés era muy básico para entonces y se volvía difícil entender que era todo aquello. Mi noción de Pearl Jam se resumía a los videos de “Jeremy”, “Alive” y alguno que otro que anduviera en la vuelta. Lo puse a sonar y fue algo inexplicable. Me pareció algo totalmente alejado de lo que había escuchado hasta ese momento. Letras que hablaban de una invasión de insectos, ruidos de látigos y la cama de Satanás. La rebeldía de la que tanto se habla en el rock, la viví en “Not For You”. Era un despertar a no seguir el camino que todos hacían, a no seguir lo que sentía que estaba mal y no me gustaba. Era un puñetazo en la cara, sacudiéndome y gritándome “(…) This is not for you, oh you, not for you… fuck you”.
Mierda – pensaba yo – este disco es genial.
Ese fue el disco que hizo enamorarme de Pearl Jam, vivir cada canción como si fueran mías, apropiarme de las letras y sentir hasta el tuétano cada melodía.
Hace algunos días se cumplió los 100 discos de “Hoy es día de”, algo que empezó como un tonto juego en el que anuncio en Facebook que hoy es día de escuchar tal disco. No en vano el primero fue Lost Dogs, el día 50 fue Ten, y el 100 Vitalogy, el disco más “experimental” de la carrera de la banda y el que aún sigo creyendo es su mejor álbum.


Si este disco fuese un humano, sería el ser más retorcido, lunático y acomplejado, pero qué bien nos llevaríamos.


Gasmask Plot

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